1. |
Hora de dejarlo
03:31
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El miedo me esperaba en la ventana,
tranquilo y poderoso, como antaño.
Paciente, predispuesto a hacerme daño.
No le había salido ni una cana.
Seguro de sí mismo, sonriente,
brillaban, aún de día, sus colmillos.
Mientras acariciaba sus nudillos
con sorna recordaba a algún valiente.
Sentí su aliento gris como el acero
al enfrentarlo a cara descubierta.
Mi voz se levantó y fue clara y grave:
"Es hora de dejarlo, compañero.
Hazme el favor y cierra bien la puerta.
Aléjate. Devuélveme la llave".
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2. |
Circular
02:46
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Las cuentas que no cuadran ni prescriben,
las copas que dejamos sin beber,
las ropas que tiramos por no ver
las manchas que no salen, que perviven;
las tardes del otoño que reescriben
los versos que creímos olvidar,
los muertos que llevamos a enterrar
y que al llegar a casa nos reciben.
La radio que repite las canciones,
el aire que reincide en los pulmones,
la aguja que regresa, en mala hora,
a la hora de volver a regresar.
La traslación que tanto colabora,
la línea de autobuses circular.
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3. |
He seguido
03:44
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He seguido caminando
hacia adelante.
He seguido cultivando
mi buen talante.
He seguido compartiendo
mis emociones.
He seguido componiendo
nuevas canciones.
No he dejado de reírme
-a que se nota-
y cuando empiezo a aburrirme
hago el idiota.
Me encanta hacer el payaso,
¿por qué esconderlo?
Y sigo colmando el vaso
para beberlo.
Y brindo a nuestra salud
-lo merecemos-.
Me burlo del avestruz,
del signo menos,
de la lluvia, las noticias,
los pesimistas,
los Felipes, las Leticias
y los artistas.
He seguido paseando
por la ciudad.
Las calles sigo azotando
en soledad.
La que escojo por mi mismo,
la necesaria,
la justa, que a mi el autismo
me da urticaria.
Sigo inventando verbenas,
celebraciones,
y no dejo que mis penas
tengan opciones
de aguarme ninguna fiesta.
No me arrepiento
de perder tiempo, ¿la siesta?
¡Qué gran invento!
Y he sacado al bailarín,
y al humorista,
y he despedido por fin
al masoquista.
Y doy brincos, me alborozo,
pues de su tarta
la vida me ha dado un trozo
que nunca me harta.
Y te he seguido queriendo
como te quiero.
Y te he seguido queriendo
como te quiero.
Y te he seguido queriendo
como te quiero.
Y te he seguido queriendo,
¡y te he seguido queriendo!
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4. |
Ganas de verte
03:19
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Tengo una sonrisa nueva
en el pecho a mano izquierda,
y en el cuerpo tengo cuerda
para rato que me mueva,
tengo la lengua que prueba
que sé a que sabe tu boca,
y en lo tocante a la loca
pasión que corre en mis venas,
tengo muchas menos penas
por ser tú quien la provoca.
Tengo en “Objetos Perdidos"
un tornillo que no quiero,
tengo poquito dinero
y es más de lo que he pedido,
tengo algún malentendido
por mi silencio tenaz,
tengo una estrella fugaz
para tentar a la suerte
y tengo ganas de verte
y no me dejan en paz.
Sólo tú tienes la clave
para calmar mi ansiedad,
solo soy esta mitad:
la cerradura sin llave,
el carnaval sin disfraz,
un dado con mala suerte.
¡Haz que estas ganas de verte
por fin me dejen en paz!
Tengo los pies en el suelo
aunque me griten los dedos
que si un día pude puedo
volver a tocar el cielo;
tengo los ojos en celo
(si no te miran se empañan)
y los labios... no se apañan,
por no mencionar el resto,
en fin, que estoy descompuesto:
todas mis partes te extrañan.
Tengo un pasado en el mar
con tormentas y verbenas,
y con tres o cuatro penas
dos lecciones que olvidar;
tengo poco paladar,
mucha afición a los bares
y, aunque aún no sé de pinares,
tengo tengo y no me quito
ganas de verte, repito,
que no me dejan en paz.
Sólo tú tienes la clave
para calmar mi ansiedad,
solo soy esta mitad:
la cerradura sin llave,
el carnaval sin disfraz,
un dado con mala suerte.
¡Haz que estas ganas de verte
por fin me dejen en paz!
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5. |
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Intento rozarte levemente con mis dedos.
A pesar de la noradrenalina, de la dopamina,
a pesar de la serotonina y del L-glutamato,
a pesar del ácido gama-amino-butírico,
a pesar de todas las sinapsis
de todas las neuronas de mi mente,
a pesar de todos los impulsos nerviosos
que recorren mis axones,
no comprendo el movimiento de tus labios,
tu gesto hosco que se vuelve
ni el sonido de tus pasos en la calle
cuando te marchas.
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6. |
Compañera
02:33
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Comparto casa con la incertidumbre,
serena, sosegada, complaciente.
Me deja que yo tome -y no disientelas
grandes decisiones, por costumbre.
Pero a veces, la idea del futuro
arrecia contra mí y me enfurezco,
e injusto la critico y la aborrezco
(porque me siento inútil e inseguro).
Por suerte sabe no perder la calma,
y espera hasta que caigo entre sollozos.
Después repara todos mis destrozos
y dice para apaciguar mi alma:
"El camino no va a ninguna parte.
Desházte del temor a equivocarte".
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7. |
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Enfrente de un coloso de metal
que grita en un idioma que yo no hablo,
me parezco al infierno sin su diablo,
a un húmedo borrón en el cristal,
al lápiz que no aprenderá a escribir,
al rastro que no lleva a ningún lado,
a un espía que está desinformado,
al tipo que tan sólo piensa en ti.
Caduco, desteñido, todo huesos,
a tortas sin el pan que dan tus besos,
a medias, sin aliño, soso, escueto,
sonando a funeral aunque sin luto,
un cuento mal contado en un minuto,
cargado de omisiones: incompleto...
Igual que la baraja sin el as,
el dios que no ha encontrado religión,
la cama que ha perdido su colchón,
las alegrías fuera de compás;
el crimen que no llegará a buen fin,
la brújula que está desorientada,
el caballero andante sin espada,
así estoy yo, así estoy yo sin ti.
Caduco, desteñido, todo huesos,
a tortas sin el pan que dan tus besos,
a medias, sin aliño, soso, escueto,
sonando a funeral aunque sin luto,
un cuento mal contado en un minuto,
cargado de omisiones: incompleto...
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8. |
¿Me ayudas, por favor?
02:47
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Al ir a por el pan vi a la alegría.
Ligera, despeinada, sin prejuicios,
la risa y la ternura como vicios.
A su paso la luz se desvestía.
Frágil, igual que un pájaro pequeño,
a punto de volar y de marcharse;
a un paso de no ser, de evaporarse,
lo mismo que el recuerdo de un buen sueño.
Un pincel sobre mí fueron sus ojos
y me teñí de púrpuras y rojos.
Mi voz balbuceó con ilusión:
"Necesito librarme de una tuerca
que siento que me aprieta el corazón.
¿Me ayudas, por favor? Quédate cerca".
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9. |
A tiempo estamos
04:13
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Juguemos a empatar lo que perdimos.
Borremos si es historia cada tomo,
peguemos en nuestro álbum nuevos cromos,
dejemos de sufrir si es que sufrimos.
Si pones tú los pares pongo el juego,
si quieres no perder te perderás,
que aquí hará menos frío cuanto más
desees no dejarlo para luego.
Juguemos al rescate con los besos
que quise castigar por llegar tarde,
a médicos que aprenden con sus huesos
lecciones que no queman si nunca arden.
A tiempo estamos, aún no hemos subido
al tren de los horrores del olvido.
Juguemos a empatar lo que perdimos.
Continuemos juntos la partida,
nos quedan dos monedas y otra vida
para batir el récord que no hicimos.
No dejes que te lleve la corriente
más lejos de mi puente hacia otra boca,
agita el cubilete a ver si toca
comernos una ficha y contar veinte.
Juguemos a que no se nos escapa
el globo que nos dieron en la feria,
a que es mi mano la que te destapa
y a que las consecuencias no son serias.
A tiempo estamos, aún no hemos subido
al tren de los horrores del olvido.
Hagamos que esta vez sea distinto,
«aún estamos a tiempo
de no querer salir del laberinto».
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10. |
Vilano
02:53
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viajero
ligero
a su merced
ágil
frágil
a su merced
ingrave
suave
a su merced
vilano
liviano
a su merced
vilano quiero ser
simiente volátil
sin más razón
ni más aliento
que el movimiento
del viento que me lleve
a su merced
a su merced
sin norte
que importe
sin nudos
desnudo
sin llanto
mi canto
liviano
vilano
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11. |
Lo voy a dejar aquí
03:04
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|
Lo voy a dejar aquí.
Aquí se debe quedar.
Es todo cuanto pedí
pero me voy a alejar.
El horizonte está lejos,
no sé si voy a llegar,
pero estos viejos espejos
ya no me saben mirar.
Es difícil desprenderme,
arrancar estas raíces,
volver a sentirme inerme,
buscar nuevas cicatrices.
Mientras las piernas respondan
no me pienso detener,
y que las dudas se escondan
o la vamos a tener.
Lo voy a dejar aquí,
sé que ahora es el momento.
Es así porque es así,
sin festejos, sin lamentos.
Si el barro abraza mis pies
me embarraré como un niño,
celebraré mis traspiés
mas sin cogerles cariño.
Y expulsaré a la esperanza,
no me sabe consolar,
su virtud es la tardanza
y esperar siempre es parar.
Mientras las piernas aguanten
hacia delante me iré,
no Dios, sino yo mediante,
mi camino construiré.
Lo voy a dejar aquí.
Aquí se debe quedar.
Es todo cuanto pedí
pero es hora de cambiar.
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12. |
De su mano nunca
04:24
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|
Cuando vuelva a visitarte la nostalgia
y te pida que la saques a pasear,
cuando insista en que vayáis por las aceras
de las calles que solías azotar;
cuando diga que por qué no tomar algo
como entonces, hace tanto, en aquel bar,
cuando intente que te invites otra vez
a un buen trago de licor de lagrimal.
Sólo hay una cosa
que puedas hacer,
date media vuelta,
no debes volver,
haz oídos sordos,
no debes volver,
de su mano nunca
debes volver.
Cuando vuelva a acurrucarse la nostalgia
a tu lado algún domingo en el sofá
y pretenda desandando el calendario
consolarte con su bálsamo falaz;
cuando trate de desempolvar las cartas
y las fotos que guardaste en el desván,
cuando quiera convocar a las oscuras
golondrinas que jamás regresarán.
Sólo hay una cosa
que puedas hacer,
date media vuelta,
no debes volver,
haz oídos sordos,
no debes volver,
de su mano nunca
debes volver.
Usa alguna excusa:
que no te divierte
mirar al pasado,
que está tu futuro
tan esperanzado;
que ya no conoces
al hombre de ayer,
que un niño desea
volver a nacer;
que todo está gris
si miras atrás,
que de donde vienes
no es a donde vas;
si nostalgia abunda
uno se entristece,
una buena tunda
es lo que merece;
tú no tienes nada
de lo que deseo,
permíteme, guapa,
mandarte a paseo.
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13. |
Juan Fernández Fernández
05:00
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Juan Fernández Fernández, sin malas intenciones,
mirándose en tu espejo, persigue sus canciones;
y anota en su guitarra, que peca de indiscreta,
las cosas que le ocurren, las cosas que le inquietan:
lo mal que se dio ayer, lo mal que va este año,
el miedo a que aún nos toque vivir más desengaños,
lo negro que se ve porque así nos lo pintan,
lo bien que se vería con opciones distintas,
las ganas de gritar que sobra la esperanza
porque ha cambiado el rumbo, porque la cosa avanza.
Juan Fernández Fernández, algún fin de semana,
aclara su garganta, se asoma a la ventana,
y pide a sus vecinos que abran los balcones,
después templa sus nervios y habla en sus canciones
de lo harto que le tiene oir tanto eufemismo,
y que quien pague el pato sean siempre los mismos,
y que quieran cargarnos los errores ajenos,
y que quien esté al mando nunca sean los buenos,
y que el uno por ciento prescinda del detalle
de que el noventa y nueve restante esté en la calle.
A veces le interrumpen aplausos solidarios,
otras veces, en cambio, se burla el vecindario.
Después vuelve la calma -no es eterna la fiesta-,
Juan Fernández Fernández, se despide y se acuesta.
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Juan Fernandez Fernandez Madrid, Spain
Juan Fernández Fernández.Guitarrista y escritor de canciones.Cuando terminó el conservatorio cursó estudios de música moderna,pero siempre fue de cantautores clásicos.Recordado como "miembro integrande" del grupo cómico-musical UNOyTOS,hoy por hoy,marcha hacia delante con su misma música,su misma poesía,su mismo buen humor y sus mismos apellidos por el camino que le marcan sus mismísimas canciones ... more
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